La verdad y el bien no son para opinar, se ejecutan; para lograrlo hemos interiorizado lo que Jesús dijo: Amarás al SEÑOR TÚ DIOS con todo tú corazón, y con toda tú alma, y con toda tú mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tú prójimo como a ti mismo. Una gran enseñanza de JESÚS, escrita en el Evangelio San Mateo 22: 37-39.
Debemos amarnos a nosotros mismos, teniendo la aceptación, tal y como somos, prestando atención a nuestras necesidades vitales, y teniendo claro que no necesitamos que alguien externo a nosotros nos ame para sentirnos completos, felices o satisfechos con la vida. Es importante ser conscientes de lo que se quiere, y así trabajar por ello e iniciar un camino sano hacia esa meta, sin pasar por encima de nadie. Escrito está en la Santa Biblia, en Romanos 12:3 : Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que DIOS repartió a cada uno.
El amarse a uno mismo también tiene que ver con reconocer y aceptar que somos únicos, auténticos e irrepetibles; la iniciativa hacia un cambio se enfoca en mejorar y parte de sí mismo, es importante ser autentico y seguro.
La inseguridad y los miedos son los que no permiten alcanzar esa plenitud de amarnos tal cual somos, por eso para la aceptación y amor propio, es importante despojarnos de esos miedos que nos han limitado en la vida, para que se abra la puerta, y ver que no hay obstáculos para alcanzar más y más metas, DIOS hará. Por la promesa del Evangelio de San Mateo 7:7: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
Al encontrar mi pareja, debo entender, que debo verlo como la posibilidad de tener un compañero de vida, un amigo, confidente, amante, ya que forma parte del compartir vivencias, momentos, pero sobre todo nos sentimos mujeres amadas; y pensando en el resto de nuestra existencia, por eso debemos cada día disponernos a ser mejores. Parte de lograrlo es trabajar por tu belleza interior, sanar problemas, y en la medida que llegas a acuerdos y haces las paces con tú pareja, logras sanar el pasado y perdonas, creces y te empoderas.
Quererse a uno mismo está muy ligado a saber darse la oportunidad de sacar la mejor versión de cada una, descubriendo el potencial que tenemos a todos los niveles: primeramente el espiritual, y así se conquista el afectivo, romántico, comprometiéndonos para obtener el bienestar propio y el ajeno.
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