Dios nos guiará siempre, la decisión nuestra es la santidad.
Resaltamos los Versículos
20:30 Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos.
20:32 Y ahora, hermanos, os encomiendo a DIOS, y a la palabra de su gracia, que tiene poder para sobreedificaros y daros herencia con todos los santificados. AMÉN.
MEDITEMOS UNIDOS:
Las personas que hablan engaño siempre se levantarán, y con palabras perversas, con enseñanzas para confundir y arrastrar al error, al pueblo de DIOS, aún del mismo sacerdocio de la Iglesia, por tener su corazón endurecido, por la altivez y orgullo en su alma, se jactan de conocimiento y no escuchan la instrucción de DIOS, por creerse sabios en su propia opinión.
Es necesario VELAR, porque nos lleva a cuidar con esmero y diligencia la REVELACIÓN DE LA PALABRA DE DIOS, para actuar en justicia con la verdad DIVINA, porque la palabra cobra vida cuando se pone por obra, para permanecer en comunión constante con DIOS, y así estando apercibidos, no seremos arrastrados por los que buscan someternos al error.
Cuando nosotros nos encomendamos a DIOS es porque hemos aprendido que de ÉL viene toda BUENA DÁDIVA y todo DON PERFECTO; del TRONO EN EL LUGAR SANTÍSIMO, de lo alto, de lo soberano, de lo sublime proceden las grandes cosas, que edifican nuestra vida.
TENGAMOS PRESENTE:
Se hace necesario que tengamos claro y siempre presente que la palabra de DIOS tiene la intención de DIOS, que es buena, agradable y perfecta, con el fin de edificar en nosotros todo lo que nos conduce a la santidad, para darnos una firmeza en el REINO DE DIOS.
DECISIÓN PERSONAL:
Meditar en la palabra de su gracia, hará que nuestro ser sea sobreedificado, por el PODER DE LA REVELACIÓN DE DIOS, a través del ESPÍRITU SANTO.
¿COMO IDENTIFICAR AL SACERDOTE QUE HABLA PALABRAS PERVERSAS?:
DIOS nos lleva de GLORIA EN GLORIA, de VICTORIA EN VICTORIA, y las palabras perversas hacen que el diseño y propósito de DIOS no se cumpla, porque confunden y entristecen el alma. El sacerdote que habla palabras perversas, acusa y condena para subyugar y no dejar avanzar, distorsiona el llamado para interrumpir el propósito. JESUCRISTO nos enseña que por los FRUTOS conoceremos las personas, es decir que en sus actos sabremos de parte de quien están hablándonos.
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