Guía #4

DIOS forma el carácter del profeta para el buen ejercicio de su Ministerio.

Estudiemos el Capítulo 10 en el Libro de DANIEL:

Versículo 1: DIOS siempre marca los tiempos, pues siendo conocedor de TODO, tiene el tiempo de enviar revelación en situaciones difíciles, y nos corresponde a nosotros los Profetas, esforzarnos y comprender lo que DIOS quiere hacer, con el cómo y el cuando. Por esto el Profeta debe orar y con la Gracia Divina, permanece con la Sabiduría de la revelación de DIOS. Porque en un tiempo determinado es importante conocer lo que sucede para proceder en el hacer, y con quien hacer, no sólo en los asuntos del Profeta, sino de su familia, la ciudad, la Nación, la Iglesia.

Versículo 2 al 3: DIOS está interesado en que el Profeta entienda sobre la Soberanía de DIOS, Daniel se afligía por el conflicto de la cautividad de Israel, por tiempos perdía los deseos de comer. Cuando un Profeta se aflige, está siendo invitado a desarrollar paciencia, FE (Romanos 5:3). Recordemos que tres semanas equivalen a 21 días, que fué el mismo tiempo de guerra del ángel Miguel contra el Rey de Persía, cuando impedía la llegada de la respuesta a la oración para recibir bendición. Es importante que el Profeta de DIOS tenga total y absoluta certeza, de que DIOS siempre escucha su oración y el perseverar en el clamor es importante, pues a la luz de la SANTA BIBLIA aprendemos que el trabajo que hace la oscuridad, se enfoca en impedir que vivamos con Bienestar General.

Versículos 4 al 15: Había llegado el tiempo de DIOS. El día 24, el día dispuesto por DIOS para la manifestación de su Gloría; por ser Sobrenatural, muchos corrieron, pero Daniel lo entendió y permaneció hasta perder sus fuerzas y desfallecer, y es ahí donde escuchó la voz del SEÑOR. Nosotros los Profetas de DIOS tenemos comunión con ÉL, y por esa comunión debemos entender de que DIOS entrega respuestas en su tiempo, en forma que no imaginamos, pero cuando llega el tiempo, podemos haber perdido fuerzas, creer que no podemos más, es en gran manera el momento en que más atentos podemos estar a la instrucción, oír su voz, percibimos su toque, somos fortalecidos y con facilidad nos aprendemos a postrar. (1 Pedro 5:6, 2 Crónicas 7:14).

Versículos 16 al 21: Daniel era conocido en los cielos, por el amor que DIOS da y nos tiene a cada uno, y responde a nuestras oraciones. El Profeta al crecer en EL SEÑOR y el poder de su fuerza, no teme a la oscuridad. En el caso de Daniel que no temía a la oscuridad sino a no ser escuchado en sus oraciones. La adoración y alabanza nos harán reconocidos en el cielo, la disposición del corazón a ser enseñados y el humillarnos ante la presencia de DIOS, nos permite oírlo.